Partido complicado el que afrontaban las amarillas frente a uno de los equipos de lo alto de la tabla, recién descendido a la categoría y con ganas de recuperar pronto el lugar perdido.
El encuentro comenzaba con las locales intentando controlar el juego, ante un equipo joven y muy bien plantado, que jugaba con mucho orden y creaba contragolpes con peligro para la zaga alicantina. El equipo amarillo creaba algunas ocasiones pero no encontraba la puerta rival, aunque hubo alguna jugada protestada en el área; en cambio, el equipo levantinista aprovechaba una jugada de córner para lograr adelantarse en el marcador, dejando tocadas a las locales, y aprovechando una buena contra para batir nuevamente el marco alicantino, llegándose al descanso con el cero a dos.
El segundo tiempo comenzaba con cambios en busca del dominio local, ante una buena defensa azulgrana, sin lograr marcar pese tener alguna ocasión, y repitiéndose un poco lo acontecido en el primer período, con unas granota que buscaban las contras apoyadas en su gran físico que les permitía ganar por velocidad los balones al hueco, logrando el tercer tanto en un triple mano a mano que finalmente batió a Palomares tras dos rechaces de ésta, y dejando a las valencianas dominar el partido con tranquilidad, lo que daba lugar en los últimos minutos a dos nuevos tantos que pudieron ser tres si Palomares no llega a detener con el tiempo cumplido un penalti señalado por la árbitro del partido, llegándose al final del mismo con un resultado que, sin quitar méritos a las jugadoras levantinistas, podríamos considerar excesivo para lo visto sobre el terreno de juego.
En resumen, dura derrota alicantina ante un buen rival, y toca pasar página lo más rápido posible y afrontar los próximos partidos con la idea de que no se pueden perder más puntos, y hay que seguir luchando fuertemente para poder conseguir los objetivos de la temporada.